30 septiembre 2020 - Aude Desbrieres
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Por lo general, los sistemas de detección perimetral de intrusiones de fibra óptica (PIDS, por sus siglas en inglés) se asocian a una protección de vallas de alta seguridad y no siempre se tienen en cuenta para aplicaciones comerciales o residenciales más pequeñas. Aunque es cierto que los sensores de fibra óptica son ideales para grandes perímetros ubicados normalmente en entornos exigentes, es importante no limitar esta tecnología solo a esas aplicaciones.
Nuestra gama de sensores Fiber Sensys ofrece una gama de productos que se pueden utilizar tanto en aplicaciones comerciales como en residencias de lujo. Es importante tener en cuenta los requisitos del emplazamiento y el cliente.
¿Qué detectan los sensores de fibra óptica?
La fibra óptica conduce la luz mediante principios de reflexión y refracción. Una unidad de procesamiento de alarmas (APU, por sus siglas en inglés) enviará un pulso láser a través del cable de fibra óptica y analizará el cambio en el patrón de interferencia a lo largo del cable. Este principio permite detectar si alguien está manipulando la valla o el muro en los que se ha instalado el cable. Nuestros algoritmos permiten determinar el tipo de perturbación que se está produciendo: cortar la valla crearía un espectro, mientras que si se trepa o se gatea bajo ella, se generará otro espectro. A su vez, si se perfora un muro, se generará un patrón de luz diferente.
¿Qué perturbaciones se pueden ignorar?
El software de configuración proporcionado con la APU presenta una serie de parámetros que permiten ignorar cualquier ruido que pueda provocar falsas alarmas, como vibraciones causadas por el viento, el tráfico cercano o animales pequeños, lo que permite que el sistema sea extremadamente fiable. En función de la serie de productos, el número de parámetros de calibración es seis para una solución básica y más de 30 para las demás.
¿En qué entornos se pueden implementar?
Los sensores Fiber Sensys proporcionan inmunidad contra rayos, e interferencias electromagnéticas y de radiofrecuencia; además, son intrínsecamente seguros para su uso en áreas peligrosas. Se han diseñado para funcionar a temperaturas extremas, así como en entornos exigentes o llenos de polvo.
Aplicaciones de vallas
En la mayoría de aplicaciones, los sensores de cable de fibra óptica se montan en una valla. El sensor de cable se puede implementar en un conducto unido a una alambrada, una malla de soldadura, una cerca de hierro forjado u otros tipos de valla mediante alambres de amarre de acero inoxidable. La implementación en conductos es el método recomendado si se requiere protección adicional del cable de fibra óptica frente a las inclemencias del clima o posibles daños de animales salvajes. Una de las ventajas clave de implementar nuestros sensores de fibra óptica es que solo es necesario proporcionar alimentación a la APU. Por lo tanto, se pueden proteger grandes perímetros sin necesidad de tener acceso a una fuente de alimentación. Además, varias de nuestras APU se pueden ubicar de forma remota, a una distancia de hasta 20 km de la valla, lo que reduce aún más la cantidad de hardware sobre el terreno.
Aunque los procesadores de alarma ofrecen numerosos parámetros que puede configurar el usuario, la calidad de la valla desempeña un papel importante en el nivel de seguridad. Antes de iniciar una instalación de fibra óptica, se debe realizar una evaluación física completa del emplazamiento para identificar y corregir todos los fallos de la valla. Entre los fallos que se suelen pasar por alto, se incluyen la presencia de árboles cerca de la línea de la valla o la existencia de grandes huecos a lo largo de esta.
Aplicaciones de muros
Los sensores de intrusión de fibra óptica OPTEX también se han diseñado para implementarse en muros. Pueden montarse en muros perimetrales o, con más frecuencia, en las paredes del propio edificio. Se utiliza para detectar la perforación de agujeros por parte de intrusos con intención de acceder a las instalaciones. Aunque parece una forma algo tosca de intrusión, suele suceder cuando se intentan arrancar cajeros automáticos de las paredes con excavadoras o cuando los delincuentes perforan los muros de almacenes y tiendas de alto riesgo, como joyerías o armerías, para acceder a bienes valiosos o mercancía restringida.
El cable de fibra óptica se implementará dentro de un conducto galvanizado, que se fijará o se integrará en el muro. Se prevé que la vida útil del cable de fibra sea de al menos 20 años, lo que lo convierte en una solución duradera.
Zonas de alarma
Nuestra serie de APU abarca de una a 25 zonas, lo que ofrece una gran flexibilidad en función de la longitud total del perímetro y del número de zonas de alarma que se van a crear. Al utilizarse junto con cámaras fijas, es habitual crear zonas de 50 a hasta 100 m con una o dos cámara respectivamente en cada extremo. Esto permite al personal de seguridad visualizar lo que está sucediendo en la zona de intrusión. Las zonas de alarma se pueden configurar para áreas mucho más grandes, como un par de kilómetros cada una, en función de los requisitos del emplazamiento.
Nuestra gama de fibra óptica Fiber Sensys (enlace a la serie) es una solución de detección de intrusiones fiable, versátil y rentable. Se puede implementar en vallas y muros. Algunas de nuestras series se pueden ajustar para proteger infraestructura esencial, pero otras series se adaptan perfectamente a aplicaciones residenciales y comerciales. Los sensores de cable de fibra óptica pueden integrarse en sistemas de gestión de vídeo (VMS, por sus siglas en inglés) para controlar mediante cámaras las alarmas activadas por el sensor o PSIM, incluidos sistemas de alarma, control de acceso y gestión de edificios. La integración como parte de un sistema de seguridad más amplio ayuda a mejorar aún más la fiabilidad y el rendimiento del sistema y garantiza la implementación de una protección de varios niveles desde el perímetro exterior hasta el propio edificio.