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La detección en el exterior es para todo instalador un gran desafío especialmente cuando se requiere suplir en su totalidad las necesidades de seguridad. Para abordar este desafío se debe primero identificar los anillos de seguridad y la distancia disponible entre ellos, que en algunos casos no existe o como es habitual se sobreponen los anillos.

Es común en una instalación residencial y comercial que en el exterior existan áreas privadas y públicas. En estas áreas la disponibilidad de espacio para instalar el producto y la necesidad de seguridad son los factores que van a determinar el tipo de sensor. El objetivo de un sensor en el exterior es una detección temprana, antes de que el intruso llegue a la propiedad, por lo que queremos generar un cerco virtual que proteja los alrededores en zonas privadas además de los bordes permitidos cuando encaramos áreas públicas. Al detectar una intrusión genuina se pueden desencadenar varias respuestas como por ejemplo: vídeo verificación, envío de personal de seguridad y/o notificación de eventos al usuario final.

La elección del dispositivo apropiado es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del sistema de seguridad

Protección de zona privada

La selección de sensores según su cobertura y altura requerida simplifica la tarea de escoger el sensor adecuado a la zona a proteger.

Cuando hablamos de áreas de cobertura en general hablamos de tres tipos de áreas:

  • áreas amplias entre 180º y 120º
  • áreas medias de 90º
  • áreas finas +/- 15º;

La elección de sensores panorámicos es perfecta para áreas amplias ya que cubren una mayor zona de detección reduciendo al final de proyecto el número de sensores necesarios. Los sensores WXI y WXS dentro de la gama de sensores panorámicos ofrecen versatilidad e independencia de configuración izquierda / derecha para que se puedan hacer los ajustes necesarios y adaptarse a la zona, por ejemplo evitando vegetación u otros obstáculos en el área privada.

En ocasiones es beneficioso o necesario instalar un sensor en altura, bien por la necesidad del espacio a proteger, por evitar vandalismo o por estética al quedar el sensor fuera del alcance de la vista. La instalación de un sensor en altura puede ser desde los 80cm hasta 3m de altura desde el suelo, pero comúnmente es en el rango de 2 a 2,5 m. Algo a tener en cuenta al instalar un sensor en altura es que no se pierda distancia de detección lineal hacia el objetivo al tiempo que mantenga un área amplia, por ejemplo al poder proteger más allá de obstáculos como muebles de jardín. La nueva serie QX Infinity (QXI) da cabida a estas necesidades.

Protección sin traspasar áreas publicas

Para completar nuestro análisis de seguridad para exterior, nos hace falta abordar los límites en donde queremos proteger la propiedad, pero evitar que la detección traspase al área pública. Para ello los sensores de cortina o caras laterales son la opción ideal ya que protegen de manera efectiva y virtual las áreas privadas sin entrar a las áreas públicas. En el caso de la serie BXS el sensor permite identificar el área que se ha detectado (izquierda o/y derecha) y activar si es necesario los dispositivos integrados para verificar la alarma.

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