El primer aspecto que debe guiar este tipo de soluciones de seguridad es una detección precisa, que evite alarmas perdidas y al mismo tiempo que no notifique constantemente molestas ‘falsas alarmas’ debidas a lluvia, sombras, paso de mascotas o insectos en la lente. Aunque parece algo sencillo, es quizás el aspecto más importante que va a determinar la efectividad de la solución y la satisfacción del cliente.
El segundo aspecto a tener en cuenta es la verificación visual con vídeo y, aunque parece muy obvio, lo primero que debemos comprobar es que la cámara graba vídeo y no solo fotografías. La calidad de la imagen, tanto de día como de noche, así como un ángulo de visión panorámico para capturar toda la secuencia y poder tener audio con el vídeo van a ser aspectos que marquen la diferencia a la hora de poder verificar eventos con claridad e incluso de reportarlos a la policía. Además el poder acceder a la vista en vivo de la cámara en cualquier momento y no solo cuando salta la alarma, significa que el usuario puede tener la tranquilidad de verificar cuando quieran que todo está bien.
Algunas aplicaciones que se pueden beneficiar de la instalación de un kit sensor-cámara son los lobbys de hoteles, terrazas de bares y restaurantes o entradas de almacenes, donde no hay una recepción asistida.
El sensor alerta si alguien se está aproximando a la entrada, a través de la vista de la cámara es posible identificar si se trata de un cliente, o un proveedor y agilizar la gestión y atención por parte del personal.