
Imagínese lo siguiente: una tienda de lujo en Valencia pierde un millón de euros en bolsos en una sola noche. En Nápoles, los ladrones se llevan 300 000 euros en joyas. En el Reino Unido, un solo robo deja una tienda sin más de 100 teléfonos y relojes por valor de casi 115 000 euros.
No son escenas de una película. Son casos reales registrados este verano en Europa. Según TAPA (Asociación para la Protección de Activos en el Transporte), el crimen organizado está aumentando la presión sobre el comercio minorista, centrando sus ataques en los productos que ya están expuestos en las tiendas (TAPA EMEA, septiembre de 2025). Y la magnitud del problema está aumentando:
El hurto en tiendas no es nuevo, pero su escala y sofisticación sí lo son. Los delincuentes ocasionales siguen existiendo, pero cada vez más bandas organizadas se centran en artículos de alto valor moda de lujo, electrónica, joyería o bicicletas que pueden revenderse con rapidez y grandes márgenes.
Muchas empresas siguen confiando únicamente en cámaras, que ofrecen vigilancia, pero no prevención activa. Sin embargo, es hora de cambiar el punto de vista: las cámaras ven, pero no siempre entienden. En espacios reducidos o escondidos, o ante movimientos rápidos y precisos como una mano que se mueve entre sombras, su reacción no es inmediata ni fiable. La verdadera seguridad no consiste en observar, sino en anticipar. Con OPTEX, las intrusiones se detectan en el momento, evitando costosos falsos positivos.
Las cifras lo confirman: la delincuencia minorista en EMEA está incrementando y las pérdidas económicas son enormes. Pero los minoristas no están indefensos: con una estrategia de seguridad por capas que combine defensa perimetral, detección inteligente y protección en tienda, es posible proteger tanto los activos como la confianza del cliente.
Desde el almacén hasta el punto de venta, OPTEX garantiza que los productos de alto valor permanezcan exactamente donde deben estar: seguros, protegidos y listos para la venta.
